Mi heroe

Tengo miedo de perderte.

Que un día me levante sin saber que con vos no habrá mañana.

Renegué mucho tiempo con tus defectos y debilidades, sin darme cuenta que me resistía a humanizarte y quería que fueses mi héroe eterno.

Pasaron los años, crecí, y hoy te amo de una manera diferente, y ese miedo a que desaparezcas me empuja a deleitarte, admirarte y seguirte incondicionalmente.

Deseo, tan solo por un día, ser una niña nuevamente entre tus brazos protectores y dormirme sin recuerdos ni preocupaciones.

Papa… aun te necesito….

Ensalada de frutas

La amistad (del latín amicus; amigo, que deriva de amore, amar) es una relación afectiva entre dos o más personas. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La verdadera amistad dura toda la vida.

Hace poco tiempo los conocí. Hoy los llamo y los quiero como amigos. Compartiendo mis tiempos y mis ganas. Quiero dedicarles este post; porque ellos son mi ensalada de frutas de cada día…

Manzana: la de la tentación, a veces muy sabrosa, otras no, pero es IMPRESCINDIBLE en toda ensalada de frutas.

Banana: muchos la evitan, pero es rica y muy nutritiva, da el sabor al grupo.

Melón: único, pero a veces tiene un sabor muy invasivo, hay que manejarlo con cuidado.

Naranja: es la eficiente, la que aporta el jugo, práctica y experimentada.

Durazno: sabroso, fresco, aporta alegría. Pero es de estación, hay que comerlo rápido.

Mango: delicioso, invita a doblar porciones. Muy preciado, pero a veces rechazado.

Frutilla: sensualidad pura…

Sandía: mi preferida,

Kiwi: chiquito pero muy saludable.

Pera: delicado sabor, la de mayor consumo.

Limón: una pizca para conservar, no hay que excederse, porque amarga.

Cada uno es una fruta, por eso para terminar mi viernes, un poema:

RÉGIMEN DE FRUTAS Jorge Carrera Andrade

La naranja es el día o la mejilla fresca,
sorbo de claridad, copa del clima;
la pera ahonda sus heridas de agua
con memoria de témpano y agujas de delicia
y los melocotones
acumulan su rubio material de alegría.

La manzana sobrina, fragante del corozo,
a morir se resiste en vano entre los dientes.
Sus congeladas lágrimas
muestran las uvas de mirada verde.
Cascabeles de azúcar,
repican sin rumor los mirabeles.

Todo el sol en redomas encerrado,
todo el aire en volúmenes vertido,
toda el agua y la tierra en vegetales moldes,
penetran en mi interno laberinto
y un mundo elemental se disuelve en mi sangre
que acarrea despojos de ciclo como un río.

Y apresura su viaje a bocanadas
por sus ínfimas redes
entre una geografía palpitante
de músculos y nervios, sin nunca detenerse,
cambiando en luz orgánica y en azúcar de gozo
los gestos de las cosas y el esplendor terrestre.

Serviles

Con el tiempo fui descubriendo que hay gente de perfiles tan marcados que con solo mirarlos, los detectas…

Los omnipotentes, los autosuficientes, los dependientes, los serviles, los escurridizos, los infantiles, y así puedo seguir mi lista casera, salvando por supuesto, las distancias con la disciplina que tiene a Freud por mentor.

Hoy me levante pensando en ellos…En los serviles… Aquellos seres que viven (o mejor dicho, que desviven) con el solo objetivo de complacer al otro.

Estudian características, deficiencias o carencias, para estar ahí, en el momento justo y en el lugar indicado, y ofrecer la mejor solución y así hacerte sentir que su vida esta a tu disposición.

Que esconden? Soledad o complejo?
Que carecen? Atención o autoestima?

Muchas veces me plantee, si sus acciones, eran una especie de manipulación disfrazada de amistad o cariño.

Pero a medida que fui conociendo en profundidad, a cada servil que me cruce en la vida, fui comprendiendo, que es una mas de las enfermedades de este siglo.

El servil, es víctima, de esa necesidad de EXISTIR entre la multitud. Necesidad de NO SER NADA, y pagan un precio muy alto por eso, se olvidan de si mismos…

Miedos

El miedo paraliza?

En mi caso los miedos son mi inspiración, me ayudan a actuar, a reaccionar…
Los miedos una mezcla de incertidumbre y desconocimiento, son la máquina que me ayuda a pelear la vida.
Miedo a que haya un día sin mañana; me invita a proyectar, a planificar…
Miedo de perder a los que amo, me inspira repetirles hasta el cansancio lo que significan para mí…
Miedo al sufrimiento de mi hija; me dispone a prepararla con las herramientas y entereza necesaria…
El miedo al fracaso me ayuda a no rendirme.
El miedo a la vergüenza me enseña a reírme de mi misma.
El miedo a perderte me entrena a comprenderte y respetarte cada día mas…