Hay días con las emociones a flor de piel, que con solo mirar profundo a alguien, comienza ese viaje al laberinto de risas contenidas y lágrimas derramadas que vierte del vientre profundo esperando llegar a su final inmediato.
El año que se fue, me regalo mi primer hijo, amigos incondicionales, bienestar y buenos momentos. Me quito paciencia, un poco de ilusiones, y mas que nada tiempo, ese tiempo que pasa sin darnos cuenta.
Pero si miro para atrás, solo veo a una persona que estuvo conmigo en todas. El, es el que me regaló incondicionalmente momentos únicos. Y con El, es con quien quiero tener nuevos momentos, llenos de esa complicidad implícita, que al mirarlo todas las mañanas me recuerda el orgullo que tengo de haberlo elegido.
Para vos esto y mucho más! Te amo